Contamos con la mejor patata, cultivada a más de 1.000 m. de altitud en un microclima único. Podemos decir que le “damos un plus” con su proceso de elaboración, prácticamente artesanal. La textura y el sabor característico de nuestras patatas fritas, reconocido por los principales catadores, se consigue con el aceite de oliva y la temperatura de la sartén.
La patata de Artefritas, nuestra materia prima, tiene buena fama desde hace tiempo. La altitud a la que se siembra -más de mil metros cerca del Moncayo soriano-, y la propia riqueza de la tierra de la antigua laguna, le dan una calidad muy apreciada entre el consumidor.
ARTEFRITAS compra todos los años entre 4 a 5 millones de kilogramos de patatas a cinco agricultores de la zona.